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Crearse a uno mismo, no encontrarse
10 Jul, 2021
Por Roxana Gutiérrez
Psicóloga General Sanitaria colegiada nº T-3246 | Miembro de la División de Psicología clínica y de la salud del Consejo General de Psicología de España

ROXANA GUTIÉRREZ: “LA BASE ESTÁ EN EL APRENDIZAJE SOCIAL”

ENTREVISTA PARA LOCALXPRESS

Con dos años de andadura y una en su consulta, la joven psicóloga Roxana Gutiérrez recibe a sus clientes para ayudarlos en sus problemas y dudas diarias, tanto físicamente como a través de sus redes sociales. A sus veinticinco años, tiene claro que la base de todo cambio por la igualdad está en el aprendizaje social, al igual que explotar todo nuestro potencial es posible: la cuestión es que nos ayuden a pulir nuestro diamante en bruto interior.

Es un logro, hoy por hoy, poder emprender. En un sector como la psicología, no todo el mundo puede abrir su gabinete y tener sus clientes, ni todos pueden permitirse ir a un gabinete psicológico, ¿no?

Esto al final se basa en una creencia, un pensamiento al que nos aferramos mucho y que, en realidad, si queremos, podemos conseguirlo. Para mí es muy curioso, porque si tú realmente confías en que puedes llevarlo a cabo, puedes hacerlo. El problema está en cómo hacerlo.

Creo que la base de todo son las ganas, las ganas de verdad, además de que te guste lo que haces. Si todos nos dedicáramos a lo que nos gusta, sería genial. La posibilidad de crear tu propio empleo en un ambiente que te gusta, es genial. Es como la colaboración que hago mensualmente con este periódico: quienes lo llevan son emprendedores, con ganas de crecer y trabajar. Y cuando estos ingredientes están, deja de ser un trabajo. Pero es importante que sea lo tuyo.

La gente dice que tiene que encontrarse a sí mismo. ¿No has escuchado esta frase antes? Creo que más que encontrarse, es crearse. Ya sea en el plano profesional, en el personal. Es crear esa visión de ti, en todos los ámbitos. Lo que tú quieras, lo consigues.

¿Cómo ves a la mujer en el plano de la psicología con el movimiento de igualdad que se mueve día a día en nuestras calles y en canales de comunicación?

Nosotros en la psicología nos basamos por aprendizajes. Estar inmersos en una cultura nos hace tener un aprendizaje cultural. En este aspecto en concreto, vemos que la gente quiere que se produzca esa igualdad, existe una promoción del cambio, y es maravillosa.

Venimos de un pasado muy marcado por actos machistas. Al final es un aprendizaje, y cambiar este plano cuesta. Me parece perfecto que lo llevemos a cabo, promover que todas seamos como queramos, tener la misma igualdad. Que termine el “porque yo me quede embarazada no pueda conseguir un trabajo”, que deje de existir una brecha salarial tan notable…

Esto también tiene que ver con el rol del cuidador. Nosotras somos ahora cuidadoras y, aparte, trabajadoras. Ahora son más los planos que abarcamos. Habría que promulgar el cambio en quién es el cuidador: hombre o mujer. Estoy a favor de la baja de paternidad por igual, porque él es igual de padre que yo madre. A veces asociamos el derecho de ser madre a que es solo nuestro, en cierto modo, y la igualdad también está por el otro lado. La situación en este aspecto también ha avanzado, custodias compartidas y demás. Si queremos igualdad, tiene que ser aplicado a todos los papeles. Los padres también son cuidadores del hijo, del mismo modo que la madre, y no uno más que otro.

Teniendo en cuenta en que el punto base es el aprendizaje para poder reformar conductas… ¿cuán importante es el papel de la psicología en la infancia? ¿Hay que incluir este punto como algo fundamental en la educación? Porque no parece que sea un problema que se pueda resolver, si fuera así, en un medio o corto plazo…

Creo que no podrá ser a corto plazo. Al final esto es con el tiempo. Necesitamos otro margen para que todos esos niños que están creciendo en este entorno puedan cambiar ese aprendizaje social. Creo que también el aprendizaje con la libertad que hay ahora, como la libertad de género. Antes no “podías” elegir tu orientación sexual, mientras que ahora somos un poco más libres, y digo “un poco más” porque todavía no es al 100%. Estamos en el camino.

Es cuestión de tiempo que todos los jóvenes que crezcan en aprendizaje social que vea todo esto normal. Esos padres, que den una visión diferente. El cambio generacional es el que hará que las ideas vayan siendo adaptadas a la cultura. No es cuestión de ahora: es cuestión de tiempo.

¿Notas diferencias generales dentro de tu consulta en lo que se refiere a hombres y mujeres?

Cada persona es un mundo, pero sí que suelo ver que los hombres no exteriorizan tanto sus emociones como las mujeres. Las mujeres tienden a exteriorizarlo más, aunque el sufrimiento sea el mismo. Hay menos control de los impulsos dentro del plano más afectivo de las mujeres, aunque también pasa en muchos hombres. Siempre se ha dicho que las mujeres son más emocionales, y esto veo que tiene un componente psicológico en todos, y me incluyo: creo que todos tenemos que aprender a controlar nuestras emociones, tanto hombres como mujeres. De este modo, en el plano social se verá intensificado el plano afectivo, avanzando más en todos los planos personales. Creo que la base, para todos, está en el control de las emociones.

Al fin y al cabo, somos influencias de nuestras experiencias. Pequeñas historias que estamos contando y que nos afectan. Las mujeres venimos de diferentes situaciones y problemas, pero tenemos esa emoción más a flor de piel. Hay un poco que jugar con todas las variantes de la situación de cada persona para poder entenderlas, que controlen sus emociones y empoderarse.

Si una mujer se empodera y controla sus emociones, tenemos un diamante en potencia. Y no está pulido porque a veces, simplemente, no sabe cómo hacerlo. Yo animo a que la gente que no sepa cómo hacerlo, busquen cómo poder solucionarlo junto a un psicólogo, por ejemplo, y sacar el máximo potencial de uno, queriendo ser la mejor versión de uno mismo y solucionando los problemas. Tenemos que sacar esa parte de dentro y, a veces, lo que no sabemos es descubrirlo.

Pero hay gente que escucha ‘psicólogo’ y entiende ‘psiquiatra’ o ‘psicoanalista’ y…

Y no, no lo somos. Nuestros clientes no están locos por venir a un psicólogo. Creo que hay que actualizar el ámbito de la psicología en el plano funcional. La cuestión que deben de hacerse es: ¿y si me puedo sentir mejor? ¿Y si ese profesional puede hacerme sacar el máximo de mí? ¿Y si mi problema es no saber gestionar una emoción? ¿Cómo puedo hacer?

En muchas ocasiones me encuentro en la consulta a gente que no se conoce, que no sabe qué quiere, qué le gusta. Parece que vivimos en un plano de piloto automático, haciendo las cosas porque tenemos que hacerlas y no por ser conscientes de lo que nos repercute. Hay que observarse con una lupita y entender por qué estoy enfadado ahora o por qué me siento feliz. No hace falta que nadie venga y te diga que tienes mala cara. Tenemos que reflexionar, entendernos y ver de qué manera se puede solucionar. Ahí es donde entramos nosotros, los profesionales.

Reconocer lo que nos sucede es muy complicado.

Sí. No es así, a la ligera, muy fácil. Yo invito a la gente a que, mientras lee esto, piense si está siendo feliz, si se ha sentido identificado con algo que hayamos estado hablando, o si se siente incluso contrariado leyéndolo. Tan simple como qué emoción sientes ahora mismo. ¿Qué te pasa? ¿Cómo estás? Lo importante también es ver si uno está bien o mal. ¿De qué tengo ganas? La introspección es importante. Forma parte fundamental de la salud.

¿Cuál es el consejo para los que quieran ser ayudados? ¿Dónde acudir?

Lo publiqué en una de mis redes hace poco: “El miedo como motor de cambio, y no como freno”. Por ejemplo, en mi consulta. Estoy en la Calle Castillo, en el número 8, o a través de mis redes sociales, por donde pueden escribirme, en @roxanagutierrezpsicología. Lo importante es detectarlo, evaluarlo, querer cambiarlo y conseguirlo.